Tipos de penetración muy placenteros

El momento de la penetración es tal vez el más anhelado y el más deseado durante un buen encuentro sexual. El acto de penetrar en el cuerpo del otro y de ser penetrado no siempre sucede igual. Ni aunque tengas una pareja estable la experiencia será la misma, ya que si estás ubicado en el momento presente viviendo plenamente el encuentro, podrás percibir sus sutilezas y renovar tus técnicas para experimentar nuevas sensaciones, emociones y descubrir distintas variaciones en los niveles de placer.


La penetración es un acto simple y sublime. Es un intercambio primitivo y a la vez humano y espiritual, que nos transciende y funde con el otro. Para el hombre la penetración es algo que él realiza proyectándose hacia el exterior, para después entrar a un recinto distinto a sí mismo y ser contenido allí con amor y pasión. Para la pareja implica un acto de recibir y de confiar, de entregar su cuerpo y recibir al otro dentro de ella. Pasado el momento inicial y tras la penetración, el pene se convierte en parte de los dos. Ya no hay diferencia entre tú y yo, sino dos cuerpos unidos en sincronía.

La penetración es un momento en el que usualmente el hombre necesita la ayuda de su pareja, quien le dirá cuándo se encuentre preparada para ser penetrada. El atractivo de la penetración tiene que ver con la oportunidad del momento y con los gestos y movimientos suaves, pero precisos. La penetración no debería ser brusca ya que si existe sequedad vaginal ambos podrían experimentar fricción y dolor en unas pieles que se encuentran sumamente sensibles.

 

Cómo realizar distintos movimientos de penetración

 

Tomando en cuenta lo anterior, puedes convertir el momento de la penetración en una experiencia de disfrute y éxtasis al incrementar y prolongar las placenteras sensaciones iniciales utilizando diversas variantes a la penetración “tradicional”.

No permitas que la rutina te haga perder la oportunidad de disfrutar de cada nuevo encuentro con tu pareja. Aprende, practica e inspírate para experimentar los siguientes movimientos, más todos los que tú mismo puedas imaginar:

 
  • Penetración con una serie de movimientos cortos, de un centímetro al ir y venir. Mediante estos movimientos cortos se favorece la lubricación. La mujer puede guiar al hombre sujetándolo por las caderas, si él se encuentra arriba. O bien, si es la mujer quien está arriba, puede ella misma regular estos movimientos. Tiene la ventaja de que va despertando zona a zona la sensibilidad en la vagina, hasta alcanzar el máximo de sensaciones cuando el pene ha llegado al fondo y alcanzado el cuello del útero. Para el hombre también es una experiencia muy placentera, ya que siente su pene contenido por la vagina y el roce suave pero persistente le produce múltiples sensaciones, variadas y distintas.
  • Penetración con una serie de movimientos cortos y laterales, del hombre o de la mujer. Similar al tipo de penetración anterior, en este caso varía la dirección del movimiento hacia los lados, mientras se produce el ingreso a la vagina.
  • Penetración donde se alternen varios movimientos superficiales con una sucesión de movimientos profundos. Por ejemplo, 7 movimientos superficiales y 4 profundos.  Este tipo de penetración ayuda a controlar la excitación del hombre a la vez que se acompasa con el nivel de excitación de su compañera.
  • Penetración con movimientos ondulantes, como si el pene fuera una serpiente. Los movimientos ondulatorios son suaves y continuos. La mujer puede moverse con pequeños movimientos cortos hacia delante y atrás, o puede quedarse quieta disfrutando de la experiencia.
  • Penetración con una serie de movimientos giratorios del hombre, quien deberá ayudarse con su mano para guiar el pene, y a continuación realizar el avance profundo.
  • Penetración con avance lento pero continuo, mientras la mujer realiza lentos y pequeños círculos con su pelvis. Requiere que la mujer desarrolle flexibilidad para mover sus caderas en círculos, y para ello son útiles los ejercicios de rotación y balanceo de la pelvis, y practicar bailes como la salsa, merengue o danza árabe.
  • Penetración con una serie de movimientos cortos verticales u horizontales, y luego una avance súbito, recto y profundo, al fondo de la vagina. Retirarse y volver a repetir los movimientos anteriores. Observa la reacción de tu pareja, para saber cuántas veces ir repitiendo los movimientos cortos y los largos. Suele ser una experiencia excitante para los dos.
  • Penetración con avance lento y continuo del hombre, mientras que la mujer realiza pequeños avances verticales u horizontales.
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Como te habrás dado cuenta, el acto de penetrar no es algo que el hombre hace solo, es más bien un encuentro entre dos cuerpos igualmente activos y despiertos a las sensaciones sensuales. Por ello, la participación de la mujer es igualmente necesaria para aportar al momento mayor intensidad y a la vez aumentar su propio placer. Los siguientes movimientos de la mujer harán posible que el acto de penetrar tenga aún mejores matices:

  • Realizar avances rápidos y cortos
  • Describir círculos pequeños o más amplios con la pelvis
  • Avanzar de un solo movimiento, rápido y certero, al encuentro del hombre
  • Alternar realizando pequeños avances verticales, y otros horizontales
  • Retirarse uno o dos centímetros para retrasar la penetración, permitir que el hombre avance nuevamente, y a continuación retirarse un poco nuevamente
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